La aportación a planes de pensiones es la fórmula más evidente, aunque también hay que revisar las opciones de retribución en especie para rebajar las rentas del trabajo y repasar si hay minusvalías pendientes de compensar de años atrás.
El mes que queda para que finalice el año da margen para cuadrar la factura fiscal de 2019. El contribuyente aún está a tiempo de tomar decisiones con las que intentar rebajar el pago de impuestos en su declaración de la renta, como apurar al máximo la deducción por la aportación al plan de pensiones o el uso de las minusvalías para reducir las plusvalías sujetas a gravamen.
La recta final del año llega además con la formación de Gobierno a la vista, en plena cuenta atrás para que el PSOE logre la mayoría suficiente que respalde su Ejecutivo de coalición con Podemos. Su llegada al poder traerá previsiblemente una subida de impuestos, que ya intentaron sacar adelante los socialistas en los Presupuestos fallidos de este año. El escenario fiscal del próximo año es aún una incógnita, sin que haya ninguna certeza de que el nuevo Gobierno vaya a recuperar tal cual el alza de gravamen para las rentas más elevadas y para el ahorro. Los grandes patrimonios están en cualquier caso en alerta, según reconocen en el banco privado Andbank. “Si hay nuevo Ejecutivo habrá cambios seguro. Nunca aconsejamos tomar decisiones de compra o venta únicamente en función de la fiscalidad, pero si el cliente tiene claro que en 2020 quiere obtener una renta (como la venta de la casa) puede anticiparla a 2019”, añade Marcelino Blanco, director de planificación patrimonial de Andbank, en previsión de que pueda endurecerse la tributación de las ganancias patrimoniales.
Lo razonable, y a la espera de certezas y novedades, es sacar jugo a los beneficios fiscales ya conocidos. Hacer cuentas del balance anual de las inversiones, repasar qué gastos pueden servir para rebajar la factura fiscal y apurar al máximo las deducciones disponibles, con la aportación a planes de pensiones o, si fuera el caso, el pago de la hipoteca.
Fuente: Consejo General de Economistas.